La rehabilitación energética es uno de los grandes retos y también una gran oportunidad para el sector de la edificación, también en el ámbito público y no solo en el residencial. Las soluciones eficaces, duraderas y económicamente viables se hacen ya imprescindibles.
Un buen ejemplo de lo que supone un proyecto de rehabilitación realizado por instaladores profesionales y con soluciones de calidad es la rehabilitación energética del CEIP César August. Se trata de un proyecto impulsado por el Ayuntamiento de Tarragona, la fundación Tarragona Smart Mediterranean City, BASF y el asociado THERMABEAD. ¿Qué ha supuesto la actuación? Sin duda, una demostración clara de cómo el aislamiento térmico es clave para mejorar el confort al tiempo que se reducen el consumo energético y las emisiones de CO₂.
Un edificio existente, una solución eficaz
El CEIP César August es un edificio construido sin aislamiento térmico en los muros exteriores, algo muy extendido en gran parte del parque edificatorio español. Las importantes pérdidas de calor en invierno implican un mayor consumo de calefacción, además de un confort térmico limitado para las personas usuarias.
Antes de la intervención, se realizó un estudio energético completo para comparar el comportamiento del edificio en su estado original y tras la incorporación del aislamiento en la envolvente.
La actuación se centró en la inyección de aislamiento térmico en la cámara de aire de los muros exteriores. Para ello se aplicó el sistema ThermaBead®, basado en perlas de Neopor con grafito. Es una solución especialmente indicada para la rehabilitación, ya que permite mejorar la envolvente del edificio sin obras invasivas, con rapidez y sin reducir superficie interior.
Resultados energéticos, económicos y ambientales contrastados
Los datos obtenidos tras la rehabilitación demuestran el relevante impacto de una instalación de aislamiento bien aplicada:
-
Ahorro de más del 35 % en el consumo de gas natural destinado a calefacción, gracias a la mejora de la transmitancia térmica de los muros exteriores.
-
Reducción de más de 9 toneladas de CO₂ al año, lo que equivale a la plantación de 464 árboles para compensar esas emisiones.
-
Ahorro económico anual de aproximadamente 2.500 € en costes energéticos.
-
Retorno de la inversión en 12,9 años, con un valor actual neto positivo cercano a los 57.000 € a 20 años.
A esto hay que sumar el factor confort térmico: se han reducido eficazmente las diferencias de temperatura entre estancias y se ha minimizado el riesgo de condensaciones y patologías asociadas a la humedad.
El papel del aislamiento en la rehabilitación energética
Este caso de éxito pone en valor el papel estratégico del aislamiento térmico en la rehabilitación energética, sobre todo en edificios públicos. Soluciones como el sistema ThermaBead® permiten actuar en miles de edificios existentes que necesitan mejorar, con una relación muy positiva entre inversión y ahorro.
