El mercado del SATE no ha dejado de crecer en los últimos años, impulsado por la necesidad de mejorar la eficiencia energética de los edificios- Sin embargo, este avance convive con una práctica que preocupa a fabricantes, prescriptores y entidades sectoriales: la sustitución de componentes originales por productos ajenos al sistema certificado. Esta tendencia compromete la integridad técnica de los SATE, genera incertidumbre sobre su comportamiento real en obra y puede suponer un incumplimiento del Reglamento de Productos de Construcción. Para abordar este problema, el patrocinador STO IBÉRICA ha presentado la campaña “«Lealtad al sistema», una iniciativa que busca sensibilizar sobre la importancia de instalar siempre configuraciones completas, certificadas y trazables.
¿Por qué es necesaria la campaña «Lealtad al sistema»?
La base del SATE es una combinación de materiales que han sido evaluados y ensayados como un conjunto. Su validez técnica queda recogida en la Evaluación Técnica Europea (ETE), un documento que permite declarar prestaciones clave, como su comportamiento higrotérmico, mecánico o frente al fuego, y emitir con ello la correspondiente Declaración de Prestaciones (DoP).
Aunque el SATE no cuenta con una norma armonizada ni con marcado CE obligatorio, la ETE es hoy el mecanismo más fiable para acreditar la idoneidad de cada sistema. Esa idoneidad solo se mantiene cuando todos los componentes proceden del mismo titular y han sido testados conjuntamente.
Sin embargo, cada vez es más frecuente encontrar obras en las que se mezclan elementos de distintos orígenes. Una práctica que, además de contradecir los requisitos legales, introduce riesgos técnicos que afectan directamente a la durabilidad, seguridad y rendimiento energético de las fachadas.
Lo que está en juego: riesgos de no respetar un SATE certificado
Trabajar con sistemas incompletos o alterados implica mucho más que una pérdida de garantías. Según STO IBÉRICA, los principales riesgos son:
1. Incumplimiento legal
Al sustituir componentes, el sistema deja de ajustarse a la configuración declarada en la DoP y respaldada por la ETE. Esto supone una falta de conformidad con el Reglamento de Productos de Construcción, dejando sin soporte técnico las prestaciones anunciadas.
2. Prestaciones comprometidas en obra
El comportamiento frente al fuego, la resistencia mecánica, la estanqueidad o la durabilidad dependen de la interacción entre materiales del mismo sistema. Cuando esta coherencia se rompe, las prestaciones dejan de estar garantizadas.
3. Impacto en la eficiencia energética
Si la fiabilidad de los SATE se pone en duda, ya sea por fallos reales o por desconfianza del usuario, la adopción de soluciones de aislamiento se ralentiza. Esto afecta directamente a los objetivos europeos de rehabilitación energética y a la descarbonización del parque edificatorio.
STO IBÉRICA: un modelo basado en la trazabilidad y la buena práctica
En esta campaña, STO refuerza su compromiso con la calidad. Aplica un modelo de venta directa al 100%, garantizando que todas las soluciones SATE proceden de un único titular y mantienen la configuración evaluada en la ETA.
Además, complementa las exigencias europeas con controles internos adicionales y un seguimiento continuo del proceso de fabricación y aplicación. Su objetivo no es solo asegurar la calidad de sus propios sistemas, sino también contribuir a una cultura sectorial basada en la transparencia, la trazabilidad y la instalación responsable.
Con «Lealtad al sistema», STO incorpora un enfoque educativo que busca informar y alertar a profesionales, administraciones y ciudadanía sobre las consecuencias de trabajar con sistemas no certificados o alterados. Una campaña que combina contenidos técnicos, materiales gráficos, divulgación en redes y demostraciones prácticas para mostrar, con datos reales, el impacto de estas decisiones en obra.
Una llamada a la responsabilidad compartida
La fiabilidad de los sistemas de aislamiento por el exterior es clave para alcanzar un parque edificatorio más eficiente, seguro y duradero. En este camino, la lealtad al sistema no es solo un requisito técnico: es una garantía para el instalador, una tranquilidad para el usuario final y un paso necesario hacia los objetivos energéticos del país.